Si ha estado actuando como cuidador de un ser querido y ha tomado la decisión de contratar ayuda de cuidado adicional en el hogar, ya ha dado un gran paso. Ahora, deberá prepararse para la incorporación de un cuidador domiciliario.
Por muy bienvenida que sea la ayuda adicional, es un gran cambio tener a un relativo extraño en su hogar. Incluso si el cuidador es una persona conocida y de confianza, es posible que quiera considerar la posibilidad de acondicionar su casa para que sea segura para el cuidador.
Estos son los tipos de cosas que debe considerar antes de que su nuevo cuidador domiciliario comience a trabajar.
Prepare su espacio
Haga que una habitación o un área de la casa sea «suya». Este es un lugar donde usted puede encontrar refugio de todas las actividades de la casa. También puede guardar allí elementos a los que preferiría que otros no tuvieran acceso, ya sean sus diarios privados o su taza de café favorita. Lo ideal es que haya una puerta que pueda cerrar y tal vez música agradable, una alfombra para yoga o cualquier cosa que le traiga un poco de paz.
Es probable que otras personas, por muy buenas intenciones que tengan, no cuiden sus cosas tan bien como usted.
Cualquier cosa que necesite limpieza en seco o un manejo especial (solo el estante superior del lavavajillas, por ejemplo) probablemente tendrá un final prematuro si se deja afuera.
Considere reemplazar los artículos delicados con artículos resistentes y lavables.
Asegure objetos valiosos y sentimentales
- Guarde sus objetos de valor o póngalos, al menos, fuera de la vista. Conseguir una pequeña caja fuerte en su casa o una caja de seguridad en su banco también es una opción. No hay motivo para tentar al destino.
- Proteja sus computadoras con contraseña. Si conserva documentos en papel, como estados de cuenta bancarios o incluso de tarjetas de crédito, puede que desee colocarlos en una caja cerrada con llave o sacarlos del lugar.
- Guarde los objetos preciados, sean valiosos o no. Si la taza de la abuela tiene valor sentimental, guárdela o muévala a su espacio privado.
Designe zonas especiales para las tareas de los cuidadores
Si el cuidador recogerá su correo, especifique un lugar donde lo puede dejar para que luego usted pueda clasificarlo y recuperar los artículos importantes.
Coloque una pizarra magnética o un tablero de corcho, donde usted y el cuidador puedan dejar cosas como notas, recibos y recordatorios. Esto complementaría una comunicación más formal y rastreable como el correo electrónico, pero garantiza que las cosas más pequeñas no se pierdan.
Asegúrese de que el seguro esté en orden
Si el cuidador va a conducir su automóvil, asegúrese de que su seguro de automóvil cubra a los demás conductores. También es una buena idea tener AAA o algún otro programa de asistencia en carretera. Asegúrese de colocar en el vehículo la matrícula, la tarjeta de seguro y la información de asistencia.
Revise su seguro de propietario o inquilino para verificar que cubrirá a las personas que trabajan en su hogar. A menudo, es necesario añadir una póliza adicional.
Prepárese mentalmente
Tener un desconocido en su espacio de manera constante y durante largos períodos de tiempo requiere algo de tiempo para acostumbrarse. En los mejores casos, la química con los cuidadores es buena y se establece cierta relación; como mínimo, la cortesía y la claridad serán suficientes.
No es necesario que sea amigo de las personas en su casa; de hecho, puede ser mejor mantener las cosas en un plano más profesional. Si los detalles son importantes para usted, entonces sea muy claro acerca de sus expectativas para el cuidador: ¿qué quiere que haga, cómo quiere que lo haga y cuándo quiere que lo haga? Por otro lado, es posible que usted se contente con dar instrucciones generales y dejar que se realicen según la discreción del cuidador. O bien, en algunos asuntos, puede que le importen los detalles y en otros no.
Su estilo personal puede guiar sus comunicaciones, siempre que exista un entendimiento mutuo entre usted y el cuidador. Siempre es una buena idea que el cuidador repita sus instrucciones para que todos estén en sintonía.
Prepárese mental y emocionalmente para la pérdida de privacidad y de control. Si vive en el mismo espacio que el paciente y los cuidadores, la pérdida de privacidad es el mayor problema. Puede pedirle al cuidador que le dé a usted y a su paciente privacidad en momentos en los que simplemente quieres pasar el rato con él o ella. Si los cuidadores utilizan un monitor de bebé para controlar al paciente cuando no están en la habitación, puede desenchufarlo o darle la vuelta. Si no lo desenchufa y solo le da la vuelta, el sonido seguirá activado.
El cuidador domiciliario estará presente cuando usted, su familia, su círculo íntimo y el paciente estén interactuando. Las interacciones pueden no ser siempre ideales o incluso agradables. Todos somos simplemente humanos. Lo importante es estar presente para el paciente y para la situación. Será útil si puede dejar de lado la preocupación de que esta nueva persona lo está juzgando. También son humanos y aportan todas sus experiencias pasadas a la situación. Puede que sean más empáticos de lo que cree o puede que no. Intente no dejar que eso importe: hay cosas más importantes que atender.
Si no vive en el lugar donde se realiza el cuidado (como la casa de sus padres), entonces la pérdida de control puede ser el mayor problema. Unas instrucciones claras serán de ayuda, así como los informes diarios de los cuidadores. Los mensajes de texto y la facilidad para enviar fotos han hecho que la gestión remota sea más sencilla, pero es posible que las cosas aún no se hagan exactamente como uno las hubiera hecho.
Elija bien sus batallas: decida qué es realmente importante, céntrese en eso y deje ir el resto. Los cuidadores aportan su propia manera de hacer las cosas, su propio bagaje personal y cultural, incluso su idioma, que puede ser diferente al suyo. La corrección automática y el traductor de Google pueden generar informes algo divertidos, aunque a veces frustrantes. El sentido del humor es útil. Incluso aunque algo no se haga como usted esperaba, aún es posible hacerlo.
Ahora, ya ha determinado cuáles son sus necesidades y ha pensado en cómo estar preparado para recibir ayuda en el hogar. La siguiente pregunta es: ¿Qué tipo de cuidador profesional domiciliario necesita?.